Los dos grandes chefs se conocieron en una cata de vino de San Sebastián en 2014. Aquí, Pablo Vicari elaboró algunos de sus más reconocidos pinchos e impresionó a Arregi. Cuando finalizó el evento Aitor le ofreció trabajar en Elkano, estaban buscando a alguien que entendiera mucho sobre técnicas culinarias y les ayudará a innovar en su cocina. Desde entonces trabajan juntos y han conseguido catapultar el restaurante Elkano a la siguiente categoría gastronómica.
El restaurante Elkano es considerado uno de los establecimientos donde mayor calidad encontrarás en los platos de pescado. Sus productos frescos y la manera en la que utilizan la parrilla lo ha convertido en un restaurante reconocido a nivel internacional, el cual recibió una estrella Michelin en 2014.
Los chefs del restaurante son auténticos expertos en pescados y mariscos, el mar del cantábrico es su especialidad, por lo que son ellos mismos quienes seleccionan el producto que van a cocinar. Amigos de la familia de toda la vida son los que pescan y proporcionan al restaurante el pescado que posteriormente se lleva a la parrilla. Esta cercanía con el entorno y el mercado local es otra de las características que más enriquecen la experiencia de comer en Elkano.
Pablo Vicari ha ayudado a elevar Elkano a una categoría de reconocimiento internacional, sin embargo, en su trayectoría en Aloña Berri, donde se dedicó a elaborar pinchos de alta cocina, también ganó diferentes galardones como el premio a la Mejor Tapa de San Sebastián, al Mejor Pincho de Guipúzcoa, y a la Tapa más Vanguardista de España. También fue campeón de pinchos de España.
Pablo Vicari colaboró con Canal Cocina enseñando a elaborar diferentes recetas. Entre ellas podemos encontrar rollitos de calabacín, ensalada de puerros y magret de pato o tomates rellenos de marisco. Aquí también colaboró con la gran chef Laura Calderola.
Pablo Vicari nació en Buenos Aires en 1975. Viajó a San Sebastián para poder estudiar en la prestigiosa escuela de Cocina Luis Irizar y así es como comenzó poco a poco a adentrarse en el mundo gastronómico.